Acolman, una joya histórica en el Estado de México, guarda el encanto de ser la cuna de la tradición de las piñatas navideñas en México. Esta pequeña localidad ha sido testigo del nacimiento de una de las costumbres más arraigadas durante la temporada decembrina en el país.
Según cuenta la historia más popular, fue en 1587 cuando un grupo de frailes agustinos (que se asentaban en el ex convento) se encargaron de fabricar por primera vez una piñata, la cual decoraron con colores y 7 picos.
Lo relevante aquí es que, por siglos, las familias acolmenses han permanecido particularmente involucradas en la elaboración de estos productos.
Incluso por más de 400 años no existió un registro oficial, sin embargo, en este 2023, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le otorgó a la localidad la marca colectiva "Piñata Artesanal Acolman Renace".
Lo interesante aquí es que esto es un logro para miles de familias, pues la creación, venta y distribución de las piñatas ha significado un esfuerzo marcado a nivel nacional e internacional.
El simbolismo de los frailes agustinos dice que el palo, con el que se golpea la piñata, representa la fuerza para romper con los falsos deleites del mundo y los colores brillantes de la misma significaban la tentación del demonio. Además, los 7 picos simbolizan los 7 pecados capitales.
¿Te preguntas cómo llegar?
Si no cuentas con auto propio, te decimos como puedes a Acolman llegaren transporte púbñico. Desde la Terminal de Toluca, toma un autobús de la Línea Flecha Roja con destino al Metro Toreo en Naucalpan por $93 pesos por persona.
Una vez allí, dirígete al Centro de Transferencia Modal (CETRAM) con rumbo a Buenavista y toma el metro hacia Ciudad Azteca. Al llegar, busca un taxi colectivo que te lleve directo al encantador municipio de Acolman, un viaje de aproximadamente 2 horas.
Aunque estés en la cuna de las piñatas, ¡hay mucho más por descubrir en Acolman! Planifica tu ruta y explora este encantador rincón del Estado de México.