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No son pocas las caravanas de migrantes que esperan llegar a la frontera de México con Estados Unidos antes de que Donald Trump asuma su segundo mandato como presidente del país y cambien las condiciones de acceso para los migrantes. Por eso es que muchas personas han pasado este inicio de año por el albergue de migrantes en Metepec.
Se trata de un espacio que da cobijo a todas aquellas personas, ya sean nacionales o extranjeras, que requieran ayuda, una cama y comida, durante su camino hacia lo que llaman “una mejor vida”.
Por más de 14 años, han apoyado a las y los migrantes que van en busca del “sueño americano”, les entregan diversos productos y los alojan a cambio de cero pesos. Subsisten a partir de donaciones que van desde bases de camas o literas, colchones, cobijas, insumos de limpieza, ropa, y alimentos no perecederos, también son necesarios pañales y toallas sanitarias.
Hasta este lugar llegan personas originarias de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Venezuela y Haití, huyen de sus países por cuestiones políticas, de pobreza y crisis de violencia. Se quedan días o meses en este espacio, incluso hay bebés que han nacido en él.
Cuenta con camas y sábanas para que los migrantes no pasen frío, en algunos casos, literas superpuestas, también hay una pequeña cocina, baños, y tendederos, pues las personas viajan hacia Estados Unidos con muy poca ropa. Cuentan con una sala de estar y, por periodos de tiempo, se forma una especie de familia allí.
