En noviembre de 2025, el robo a transportistas en el Estado de México registró una caída de 11%, y las autoridades señalan que la reducción no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia que se ha venido consolidando en los últimos meses.
El Edomex es un nodo logístico clave, pues concentra carreteras federales, autopistas de cuota, zonas industriales y conexiones con el Bajío y el sureste, lo que genera un flujo constante de camiones de carga. Esa misma concentración de mercancías de alto valor vuelve muy rentable el robo para grupos delictivos organizados.
Además, por años se combinó la "cifra negra" (casos no denunciados), corrupción y limitada capacidad de vigilancia en tramos extensos de carretera, lo que facilitó retenes falsos, bloqueos y ataques a unidades en movimiento. Pero en los últimos meses el gobierno estatal destaca una tendencia a la baja gracias a operativos focalizados y coordinación con el sector transporte.
Las bandas dedicadas al robo de carga suelen trabajar con información previa sobre rutas, horarios y tipo de mercancía. Utilizan tácticas como vehículos que cierran el paso, amenazas armadas al operador, camiones de apoyo para traspaleo rápido de mercancía y, en ocasiones, inhibidores de señal para anular GPS.
Muchos de estos eventos delictivos ocurren en corredores ya identificados por las propias cámaras y aseguradoras, en horarios nocturnos o de madrugada, cuando la visibilidad y el flujo de vehículos disminuyen. Todo esto provoca pérdidas millonarias, aumento en primas de seguro y encarecimiento de productos para la población.
Ante este escenario, el gobierno del Estado de México, junto a la Guardia Nacional y municipios, y uso de tecnologías como arcos carreteros, lectores de placas y monitoreo de rutas, ha hecho lo suyo para atacar la incidencia del robo a transportistas.
También se presume una reducción paulatina en las carpetas de investigación por robo con violencia a transporte de carga, a partir de 2023, gracias a operativos en puntos como el Arco Norte, la México‑Querétaro y la México‑Puebla. Paralelamente, se han creado mesas de trabajo con cámaras de transporte y aseguradoras para compartir información y definir rutas más seguras.