Tras el trágico fallecimiento del exalcalde de Uruapan, el Estado de México reforzó la seguridad en su frontera con Michoacán como parte del llamado "Plan Michoacán por la Paz y la Justicia", que busca contener la violencia y prevenir la migración de grupos delictivos hacia la entidad.
Se desplegaron 260 efectivos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) para realizar recorridos preventivos en las zonas limítrofes, junto con patrullajes y vigilancia en carreteras que comunican ambas entidades. Hasta ahora, no se ha detectado presencia de grupos criminales emigrando de Michoacán hacia Edomex.
La estrategia de seguridad se coordina con fuerzas federales como la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y autoridades locales de Jalisco y Guanajuato, con quienes se mantiene estrecha cooperación para blindar las fronteras y evitar un aumento en la incidencia delictiva.
Este operativo representa un esfuerzo conjunto para estabilizar la seguridad en la región sur del Estado de México, y se acompaña de acciones integrales que incluyen combate a la corrupción, aseguramiento de inmuebles relacionados con hechos delictivos y atención a la ciudadanía para fomentar espacios más seguros y el bienestar social.
Carlos Manzo, conocido por su lucha frontal contra el crimen organizado y su gestión sin afiliación política, fue asesinado a tiros en el Centro Histórico de Uruapan durante una ceremonia pública, lo que reflejó la grave crisis de violencia que enfrenta Michoacán, donde los cárteles operan con impunidad y la inseguridad ha alcanzado niveles alarmantes. Tanto a nivel local como federal se están tomando medidas al respecto.
Es clave blindar especialmente la frontera de la entidad mexiquense con Michoacán para preservar la tranquilidad en los municipios del sur de la entidad, pero eso no es todo, este tipo de acciones fortalecen la cooperación interinstitucional y refuerzan el combate a la corrupción, para garantizar el desarrollo social en esta zona estratégica entre ambos estados.