Las remesas provenientes de Estados Unidos representan un pilar fundamental de la economía mexicana, alcanzando cifras récord cercanas a los 65 mil millones de dólares en 2024. Pero en 2025, debido a las nuevas políticas migratorias y apreciación del peso, EU reduce remesas hacia Edomex (y otras zonas del país).
En el Estado de México estas divisas inyectan estabilidad a hogares de migrantes, impulsando el consumo local, la construcción y pequeños negocios en municipios como Ecatepec y Nezahualcóyotl. Su importancia radica en reducir la pobreza rural y metropolitana, estabilizando la balanza de pagos nacional.
En Edomex, las familias reciben fondos para educación, salud y vivienda, mitigando el impacto de la inflación y el desempleo juvenil. Datos de Banxico muestran un promedio de 400 dólares por transacción, con millones de operaciones mensuales. Pero, ¿qué está pasando al cierre de 2025?
Estados Unidos ha reducido significativamente las remesas hacia el Estado de México en 2025, con una caída del 5.1% en los flujos totales a nivel nacional. Las deportaciones y restricciones laborales, han disminuido los envíos en más de 3 mil millones de dólares anuales. Esta tendencia pone presión en la economía estatal, que recibe un flujo clave para el 4% de su PIB.
De ahí que el gobierno estatal y federal impulsen programas de ahorro y microcréditos para mitigar el golpe, mientras se fortalece la banca digital para minimizar costos de envío. Alianzas con migrantes vía iniciativas 3x1 promueven inversión productiva en infraestructura.
El objetivo del Gobierno del Estado de México es, a largo plazo, diversificar la economía estatal reduciendo la dependencia de estas divisas volátiles. Es parte también de la estrategia nacional de Claudia Sheinbaum.
