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Histórico: disminuye en 40% delitos de alto impacto en Ecatepec

Estos indicadores marcan un cambio importante para una demarcación históricamente rezagada.

Foto: Redes

La alcaldesa Azucena Cisneros informó que, en menos de un año, el robo de vehículo cayó 39%, el homicidio doloso y el robo a casa habitación 36%, y las denuncias de extorsión 31%, lo que refleja una reducción consolidada del 40% en delitos prioritarios, cifras históricas para el municipio.

Estos indicadores marcan un cambio importante para una demarcación que durante años encabezó las listas nacionales de criminalidad. Es el resultado de una estrategia de seguridad que combina más presencia policial, prevención del delito y trabajo coordinado con autoridades estatales y federales.

El gobierno municipal reorganizó cuadrantes, incrementó patrullas y motocicletas y mejoró los tiempos de respuesta, acompañando el despliegue policial con programas de proximidad social y atención a causas familiares y comunitarias. Además, se reforzó la coordinación con la Marina, Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad estatal y la Fiscalía, en el marco del Mando Unificado.

Luego de años con una muy mala fama, Ecatepec también impulsó 245 mesas de paz institucionales, casi 3 mil mesas de paz vecinales, más de 4 mil redes de seguridad ciudadana y decenas de miles de dispositivos de alerta, herramientas que acercan a la comunidad con su policía.

Los números hablan por sí solos y hoy se traducen en calles más seguras al regresar de noche, menor riesgo de perder el auto o el patrimonio y más confianza en que denunciar sí puede tener consecuencias para los delincuentes. El reto hacia 2026 será sostener estos logros, consolidando una policía depurada y una estrategia que siga poniendo al centro la seguridad de los mexiquenses.

Una combinación de crecimiento urbano desordenado, pobreza, impunidad y presencia del crimen organizado hicieron de Ecatepec un municipio con mala prensa. Desde la década de 1980 se convirtió en receptor masivo de migrantes de otros estados, sin servicios, empleo suficiente ni planeación, lo que generó cinturones de marginación donde la violencia encontró terreno fértil. Actualmente, la realidad es otra y las autoridades municipales prometen que será mejor en 2026.


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