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El Estado de México ha implementado con éxito dos operativos significativos en su lucha contra el crimen organizado: Enjambre y Atarraya. Estos operativos, liderados por la gobernadora Delfina Gómez, han marcado un hito en la estrategia de seguridad estatal, pero para ir más allá, es el turno de la Operación Bastión en Edomex y esto es todo lo que sabemos sobre su implementación.
El enfoque gubernamental está en la erradicación de la corrupción y la desarticulación de redes delictivas. Aunque en esta ocasión, las autoridades van específicamente en contra de una peligrosa organización delictiva: La Familia Michoacana.
Se ha consolidado como una de las organizaciones criminales más poderosas y temidas en el Estado de México, ejerciendo un control casi absoluto a través de extorsión, cobro de piso y violencia, por eso es que es un objetivo prioritario para los tres órdenes de gobierno.
Se trata de identificar y asegurar inmuebles utilizados para resguardo, seguridad y confort de integrantes de éste y otros delictivos que han asentado su actividad criminal en la entidad, además de resguardar sitios para el trasiego de drogas y otras actividades delictivas.
Los cateos y puntos de vigilancia liderados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, incluyen municipios como Amatepec, Luvianos, Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec, y Tlatlaya. Al momento, se han asegurado 21 propiedades, algunas de las cuales contaban con lagos artificiales, animales exóticos disecados y vivos y plantas no nativas de la región, además de objetos de lujo.
No se trata solo de atacar los sitios en que los criminales cometen ilícitos, también de investigar a funcionarios públicos, pues la Fiscalía detalló que cuenta con información de que estos ranchos, fincas y sus edificaciones fueron construidos de manera irregular con la complicidad de ayuntamientos así como de individuos en su carácter de representantes de elección popular.
