La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) logró recuperar más de 2 mil llantas usadas del cauce del río Lerma en el Estado de México, como parte de una campaña intensiva de saneamiento y restauración en uno de los ríos más contaminados del país.
Esta acción se realizó en coordinación con Conagua, autoridades estatales y la industria hulera, contando con la colaboración de empresas como Michelin y la Cámara Nacional de la Industria Hulera.
La presencia de llantas usadas y basura en el río Lerma representa graves peligros para el medio ambiente y la salud de la población. La acumulación de estos residuos contamina el agua, daña el hábitat de especies acuáticas y afecta directamente a tres millones de personas.
En esta ocasión, la jornada de limpieza incluyó el retiro de desechos y poda en varios tramos del río, con la participación de dependencias públicas, voluntarios y vecinos. Las llantas retiradas fueron enviadas a disposición final bajo supervisión técnica, con el objetivo de darles tratamiento adecuado y reincorporarlas de forma segura a procesos industriales.
Además de la limpieza, se impulsaron actividades complementarias como la reforestación de las riberas y la sensibilización de la ciudadanía y sector empresarial. Profepa, junto con otras instituciones, mantiene el compromiso de restaurar el ecosistema del río Lerma bajo un programa permanente, invitando a la sociedad a sumarse a la defensa y recuperación de los cuerpos de agua en Edomex.
Las llantas que llegan al río Lerma provienen principalmente de tiraderos clandestinos, malos hábitos de disposición y falta de infraestructuras adecuadas para el reciclaje. Muchos comerciantes, talleres y ciudadanos eligen arrojar neumáticos viejos al cauce en vez de entregarlos a centros de acopio. Además, lluvias intensas y arrastre de basura desde calles y lotes baldíos agravan el problema, transportando desechos hasta el río.