Los envases agroquímicos representan un riesgo ambiental y sanitario significativo cuando no se tratan adecuadamente. De ahí que recolecta el Gobierno del Estado de México (GEM) 38 toneladas de envases agroquímicos para evitar contaminación.
Estos recipientes contienen residuos de plaguicidas, herbicidas y fertilizantes, son considerados residuos peligrosos debido a su alta toxicidad y potencial de contaminación del suelo y el agua. Pueden afectar la salud de productores, comunidades rurales y ecosistemas enteros.
Y como el bienestar del campo es prioridad para el GEM, han sido recolectadas 38 toneladas de envases vacíos de agroquímicos en lo que va del año, como parte del programa Campo Limpio, implementado por la Secretaría del Campo (SeCampo).
Campo Limpio promueve el tratamiento y disposición final de estos envases en Centros de Acopio Temporales (CAT). A través de esta iniciativa, se han retirado envases en municipios como Atlacomulco, Otumba y Villa Guerrero, evitando que terminen en el ambiente.
Ahora bien, por tratamiento correcto nos referimos al triple lavado, perforado y reciclaje o incineración controlada, garantizando que estos residuos no se reutilicen para otros fines ni contaminen el suelo o alguna fuente de agua. La falta de un manejo responsable puede provocar daños irreversibles en la biodiversidad y la salud humana.
Ni el campo ni los mexiquenses se verán afectados por este tipo de comunicación gracias a las acciones oportundas de la Secretaría del Campo a las que, por supuesto, deben sumarse productores y otros actores clave del campo.