El pasado 5 de octubre, la historia de Salma Karem, la joven de 28 años con nueve meses de embarazo, conmocionó a la ciudad de Puebla. Desapareció sin dejar rastro en la colonia Bosques de Amalucan.
El día de su desaparición, Salma había salido de su hogar para recargar el saldo de su celular en una tienda de conveniencia en las calles de boulevar Apulco y no regreso a casa.
La situación se volvió aún más angustiante debido al avanzado estado de embarazo de Salma. Con la fecha prevista para dar a luz aproximándose rápidamente, la angustia de su familia crecía. La incertidumbre de no saber si madre e hijo estaban a salvo agobiaba a todos.
A pesar de la angustia que rodeó la desaparición de Salma Karem, la Fiscalía General del Estado no atendió el caso como un secuestro, argumentando que no existía una exigencia de pago de rescate. Esta decisión causó indignación entre amigos y familiares, quienes exigían una investigación exhaustiva y la intensificación de la búsqueda.
Sin embargo, la joven embarazada fue localizada en el Estado de México, según informó la Fiscalía General del Estado. Aunque no se proporcionaron detalles inmediatos sobre su reaparición, lo más importante es que Salma estaba a salvo y reunida con su familia.
El esposo de Salma Karem había emitido un emotivo mensaje en los medios locales, solicitando el apoyo del gobierno estatal para recuperar a su esposa e hijo. Aunque hoy se encuentra con su familia, el misterio de su desaparición sigue sin resolverse por completo.
La desaparición de mujeres en México es un fenómeno alarmante y profundamente preocupante. A menudo relacionado con la violencia de género, la falta de seguridad y la impunidad que miles de mujeres mexicanas sufren.