El Hospital General de Aculco representa un proyecto clave para mejorar la atención médica en una zona rural del norte del estado, aunque ha enfrentado retrasos significativos desde su inicio. Por eso ahora se compromete Delfina Gómez a terminar el Hospital de Aculco.
Iniciado durante la administración de Eruviel Ávila (2011-2017), se entregó en obra negra con solo un 19% de avance, y pese a promesas de continuidad, sigue inconcluso en 2025. Este hospital forma parte de un paquete de 10 unidades médicas impulsadas en sexenios pasados para fortalecer la red del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
Se planeó como un Hospital General de primer nivel para atender a miles de residentes en un municipio con escasos servicios de salud avanzados. La obra inició alrededor de 2016-2017, pero quedó paralizada por falta de recursos y cambios administrativos.
Dado que la población local depende aún de centros de salud básicos y traslados a Toluca o Zumpango, la gobernadora Delfina Gómez se comprometió a terminar el Hospital de Aculco durante el primer informe de la alcaldesa Valeria Cruz Olvera. Este anuncio busca revertir más de una década de abandono en una obra que cambiaría la vida de miles en el norte del Estado de México.
Además de culminar con la obra, Gómez se asegurará de equiparlo para integrarlo al programa IMSS-Bienestar. Solicitará apoyo directo a la presidenta Claudia Sheinbaum para su reconversión, ampliando servicios médicos y generando empleos locales.
Una vez operativo bajo IMSS-Bienestar, el hospital ofrecerá atención integral con personal médico completo, medicamentos y equipamiento, beneficiando a miles de habitantes en este Pueblo Mágico rural. Reduciría traslados, fortaleciendo la salud comunitaria junto a programas como Mujeres con Bienestar y Alimentación para el Bienestar.