La esperanza económica está más fuerte que nunca y el sector restaurantero lo sabe muy bien. Luego de que implementaran descuentos del 50 por ciento para las personas que votaran en las pasadas elecciones, ahora los empresarios del negocio culinario esperan ansiosos el Día del Padre.
Sobre esta celebración, se espera que incremente sus ventas al doble durante el tercer fin de semana de junio, alcanzando una derrama económica de 800 millones de pesos. La expectativa es alta, falta muy poco para conocer si se logrará.
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