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Fue apenas el 8 de septiembre pasado cuando el conductor de un autobús intentó ganarle el paso a un tren en la carretera federal Maravatío-Atlacomulco, a la altura de la zona industrial de Atlacomulco, Edomex. El saldo fue de diez personas sin vida y 55 personas lesionadas. El conductor del autobús fue detenido y vinculado a proceso.
Aunque es verdad que en el cruce afectado, no existían señales horizontales obligatorias por ley ni tampoco una placa de emergencias, reductores de velocidad o dispositivos electrónicos, de acuerdo con testigos del accidente, el conductor del autobús de la línea Herradura de Plata llevaba la música muy alta, lo que posiblemente impidió que escuchara el claxon de la locomotora,
Gustavo Alfredo "N", conductor de la unidad, enfrentará cargos por los delitos de homicidio culposo y lesiones derivados del incidente, pues el detenido invadió el paso del tren y puso en juego la vida de las 72 personas que viajaban de San Felipe del Progreso con destino a la Ciudad de México.
En este sentido, y luego de su detención en Morelia, Michoacán, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ordenó juicio contra el conductor, además estableció la medida cautelar de prisión preventiva justificada “y un plazo de tres meses para el cierre de investigación complementaria”.
Mientras tanto, la empresa de autobuses Herradura de Plata se encuentra bajo presión para que responda, como prometió, por los gastos funerarios y médicos de las víctimas del trágico accidente en Atlacomulco, pues familiares y pasajeros acusan que solo les han ofrecido una ayuda insuficiente de 12 mil pesos.
