Fue en la calle Cristóbal Colón, donde vecinos del fraccionamiento Colón Echegaray dieron con el terrible hallazgo: una cabra blanca decapitada. Habría sido utilizada en actos de santería.
El cuerpo del animal fue dejado sobre el anuncio en piedra que indica el nombre de la calle y, aunque autoridades de Naucalpan confirmaron el hallazgo, fueron los propios habitantes de la zona quienes retiraron el cuerpo de la cabrita del lugar, pues representaba un riesgo sanitario.
Según expertos en antropología, se sacrifican animales porque en los rituales de algunas sectas se requiere la sangre, sobre todo, ocurre en los ritos de iniciación. Los santeros usan también aves y gatos negros en este tipo de ceremonias que, por supuesto, representan actos no solo de santería, también de crueldad animal que tiene que ser castigado.
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