El pasado 14 de septiembre, un desgajamiento de la parte alta del cerro de Jilotzingo, Estado de México, dejó un saldo trágico de 10 personas fallecidas y varias viviendas sepultadas. Aunque nada repara la pérdida de vidas humanas, el apoyo del gobierno del Estado de México no se hizo esperar y ahora Delfina Gómez evalúa construir casas en Jilotzingo para que los damnificados puedan recuperar parte de su patrimonio.
Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de un río y el colapso de terrenos de por sí inestables en la comunidad de San Luis Ayucan, donde se contabilizaron 19 casas como pérdida total, 30 con daños parciales y 83 viviendas que no pueden ser habitadas por riesgo de nuevos deslaves.
Los esfuerzos de rescate involucraron a más de 450 elementos del Ejército, la Guardia Nacional y Protección Civil, sin embargo, al día de hoy y a pesar de las labores, muchos mexiquenses siguen en albergues, enfrentando incertidumbre sobre su futuro. De ahí que la mandataria del estado haya informado recientemente sobre la evaluación de un terreno para construir casas destinadas a las familias afectadas.
Este desastre ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las construcciones en áreas propensas a deslizamientos, la tragedia en Jilotzingo es un recordatorio de la importancia de la planificación urbana. La zona afectadas era una cañada y una barranca por donde bajaba el agua, de modo que la situación de emergencia pudo haberse prevenido.
Ahora bien, por el momento emprender acciones correctivas es prioritario y Delfina Gómez explicó que su administración cubrirá gastos funerarios, entregará enseres, y echará a andar proyectos de limpieza y reconstrucción no solo en Jilotzingo, también en Chalco y Naucalpan.
Delfina Gómez evalúa construir casas y enfrentar de forma pronta y eficaz las consecuencias que las lluvias torrenciales y algunas malas decisiones de administraciones pasadas han traído consigo. Algunas familias regresarán a sus hogares y otras empezarán de nuevo, pero con la ayuda del gobierno del estado.